Lo que no se dice...
22 de marzo de 2023
REUNIONES. - Las confesiones restauranteras de Dalila Villalobos y el fiscal Cesar Jauregui, la forma es fondo y el mensaje no es el acuerdo sino la reunión en sí misma, la percepción que esta derivara entre los actores políticos locales.
DUDAS. - Tras la aparición en una mesa del restaurant los pinos, a la hora de la comida, en el tiempo de mayor fluidez de comensales y dado el contexto reciente de la denuncia de violencia política de género, la duda asalta; ¿se prepara la contraofensiva jurídica de la regidora después que la decisión jurisdiccional que invalidaron los señalamientos de violencia política? ¿Los rescoldos del caso se reavivarán por la vía penal?
SORPRENDENTE. - El lunes después de la sesión de la mesa estatal de seguridad, el fiscal Cesar Jauregui se dio tiempo para departir con Dalila Villalobos, la regidora incómoda para la administración municipal de movimiento ciudadano.
MENSAJE. - Cualquiera que hubiera visto la estampa en el conocido restaurant aseguraría que el mensaje era la reunión en sí. El antecedente inmediato es que mientras la edil priista es una detractora empedernida de la causa de Movimiento Ciudadano, Cesar Jauregui se ha constituido como el puente natural de Alfredo Lozoya y Francisco Sánchez para con el gobierno estatal.
VISITA. – El par de naranjas son los visitantes frecuentes del despacho del otrora secretario general de gobierno, quien, al mudarse de oficina, se llevó todas sus pertenencias, ¡incluyendo las visitas! Como si fueran parte de la decoración, ahora se les ve muy seguido por la fiscalía.
MESA. - En torno a la mesa del restaurant se hacían confidencias políticas, ni duda cabe, los asuntos legalmente validos se hacen en otro escenario, con formalidades y protocolos.
ATENCION. – La intención es que es encuentro no pasara inadvertido y para asegurarse de ello, se instaló un cerco de seguridad integrado por no pocos elementos de la policía estatal, de esa misma estirpe de los que hasta hace poco custodiaban a la regidora.
MEDIADOR. -El fiscal en su papel de representante social y portador incidental de algunos intereses de sus visitantes frecuentes, debe estar enterado de que la regidora mantiene viva una carpeta de investigación con señalamientos serios derivados de las acciones que motivaron la acusación de violencia política de género.
ADEREZO. – Pero, también son públicos y notorios los señalamientos de las deficiencias de una administración municipal que esta bajo la sombra de la sospecha de corrupción e ineficiencia en programas oficiales como el de los uniformes escolares, la obra pública de la puerta del tiempo y por supuesto el servicio de recolección de basura.
VIDEOS. – Pero la cercanía publica de una regidora priista con un fiscal panista deriva inevitablemente en el pulso político social, es lo que cabe en ese contexto de informalidad restaurantera, donde a primera vista pareciera que se quiere mandar el mensaje que honre el pacto político que mancomuna al PRIAN hasta el 2024.
POLAKA. – Cesar Jauregui es un fiscal político más que jurídico, lo primero lo era antes de llegar a ese encargo y lo seguirá siendo, no dudaría en mediar en los golpeteos para MC, si por el fuera uniría en la alianza del PRIAN a los naranjas, por las vísperas se sacan los días.
ACEPTACION. - Cuando era secretario general de gobierno en varias ocasiones negocio la voluntad del legislador emecista Francisco Sánchez y taso ese voto en la mundana contraprestacion de favores y peticiones solicitada por Sanchez.
DOS. – La realidad tangible de ese encuentro de dos personajes alianzados que se prolongó por casi dos horas, la plática fue cerrada, ni siquiera el fiscal de la región sur intervino, fue confinado a una mesa aparte con otros comensales.
DATO. - El asunto entre Jauregui y Villalobos toca fibras sensibles, justo donde linda la política y lo jurídico, razones ambas que en estos últimos meses se han acompasado en estas tierras gobernadas por emece y cuestionadas por un bloque opositor.
AGREGADOS. - La denuncia que está en la fiscalía de la zona sur, tiene un tiempo de integración y debe estar en la fase de definir si se manda a los terrenos del poder judicial o se sigue enfriando en la fiscalia.
SILENCIO. - Hasta ahora la edil no ha soltado prenda en relación a los términos en los que se dio la conversación con el fiscal general del estado, pero, si la forma es fondo y tomando en cuenta el sitio y condiciones en cómo se efectuó, es fácil deducir que el mensaje era la reunión en sí misma, la plática pudo haber sido del clima, pero para alguien era significativo ese encuentro y que además fuera público.
CITA. - Es obvio que los acuerdos y términos asumidos en esa mesa, no serán oficiales, si los hubo seran de facto, se trata entonces más de un asunto de orden político, donde la cita fue el mensaje, ahora falta definir quien o quienes eran los destinatarios y el uso que le darán al encuentro.
