Evolución social desde una perspectiva subjetiva de la historia (cuarta parte) El renacer de la humanidad.
3 de febrero de 2023

Erik Jurado.
Editorialistas Libres de Parral

Luego de una etapa muy prolongada dedicada a la comprensión de Dios, la consecuencia casi inminente era un retorno hacia la propia persona humana. El renacimiento es precisamente eso, una recuperación de la duda moral humana, por encima de las explicaciones teológicas. El renacimiento es el puente entre la modernidad y el periodo medieval y que se desarrolló durante los siglos XIV y XVI.
Un periodo examinado primero desde la subjetiva actividad artística que intentaba recuperar valores perdidos del periodo clásico y búsquedas censuradas por la iglesia católica. El remamiento retrotraería una visión racional del mundo y una inminente necesidad de la técnica, además sería la ante sala de la ciencia moderna para el mundo.
Los artistas del renacimiento exploraron la técnica de tal forma que expondrían una necesidad imperiosa por comprender la naturaleza desde una perspectiva naturalista y ya no deificada. Además, su desarrollo técnico impelió a la humanidad a una visión de conocimiento acuciante de la naturaleza que le permitiría manipularla. El renacimiento nos heredó un deseo profundo de conocer, pero al mismo tiempo de manipular y controlar. También el renacimiento fue la fuente que colocó al ser humano o la persona como el centro de las cosas, asunto que en su momento no era algo inicuo, pero con el tiempo degeneró en una especie de egotización de la individualidad.
A la postre este momento de la historia instauraría una condición muy peculiar que hoy día aun se vive, y es una especie de contradicción interna en el ser humano entre su muy intima y primigenia emotividad trascendental, de la que ya se habló en textos anteriores, y esa condición racional.
El ser humano moderno presenta una contrariedad interna que no le permite conciliar su naturaleza, pero la sociedad está también continuamente en conflicto frente a una visión religiosa y otra científica-filosófica.
Así mismo la razón renacentista comenzó a gestar la duda sobre la existencia de individuos selectos para el gobierno de otros hombres, y que plantearía las bases para los cambios de gobierno que se gestaron durante la ilustración posterior. Aquí se abandona el aval de dios como fundamento de los gobernantes, ya no como una condición divina, lo que poco a poco ha generado una profunda desconfianza sobre los liderazgos, y que aun no se ha detenido, y que es probable que con el tiempo esto apunte en otra dimensión hacia una sociedad más abierta y con menos necesidad de autoridades políticas o morales, y mas una correcta administración de recursos públicos.
Es posible también concluir que en este periodo de la historia hubo un despertar profundo por una curiosidad que gradualmente se ha ido apaciguando, una curiosidad que fue reprimida durante mucho tiempo, pero que el efecto fue precisamente un realce de dicha curiosidad, fenómeno contrario a lo que sucede en nuestros días de extrema libertad.
Sin duda en el renacimiento, renace la conciencia, pero parece que hoy vivimos tiempos de somnolencia.


La Expresión Continúa...

