DICHO POR ROCHA

Con espíritu reflexivo, celebramos a quienes elegimos el apostolado social de la abogacía, día del abogado, del jurista, jurisconsulto, jurisprudente, guardián, sapiente y cultor del derecho como ciencia, como arte, como moral, como fenómeno social que enarbola los valores permanentes de orden, libertad y justicia, humanistas por nuestra vocación y actividades. 

Las profesiones jurídicas siempre han tenido una relevancia destacada, extendidas en distintos ámbitos del derecho, jurista primero, luego legislador y juez, siguiendo los abogados del Estado y los notarios, tanto como investigadores y maestros en las escuelas de jurisprudencia. Dada la enorme vastedad y embrollo del derecho, vendrían otras ramas jurídicas. 

El papel del abogado se expresa en distintas especialidades jurídicas, tales como abogado litigante, legislador, gobernante, político, investigador, diplomático, administrador público, defensor penal, de los trabajadores, de los campesinos; abogado de empresa, de la economía, de la fiscalía, de la democracia, de los derechos humanos, de la administración de justicia. 

El abogado, maestro del derecho, “magister-juris”, jurista eminente e insigne universitario, que expone la dimensión histórica, sociológica y filosófica de las instituciones jurídicas, impartida en la conferencia, en la exposición sustanciosa, interesante y elocuente de clase y en la obra escrita sin reticencias, partidismos ni limitaciones que animen al pupilo. 

En el “Día del Abogado”, reiteramos ante Colegios, Barras o Asociaciones de Profesionales, que el derecho tiene como principio fundamental el Estado de derecho, donde los procesos sociales, económicos y políticos deben ajustarse al luminoso orden jurídico, garantizado por el Estado, además de ser vigilado y salvaguardado por la sociedad civil o gobernados. 

La informática y las tecnologías de la información son también motivo de reflexión en este “Día del Abogado”, dado que el jurista es ante todo un hombre de la cultura de su tiempo, que sabrá aprovechar la Inteligencia Artificial para volverla su asistente virtual con los algoritmos predictivos, nunca para ser reemplazado, dada su madurez reposada y perfil ascético. 

Justicia y Ley es asociativo del Abogado, que actúa bajo el orden legal, como la Diosa Themis, con la balanza, espada y ojos vendados, sinónimo de equidad y equilibrio en la distribución de la justicia, poder de la razón, capacidad de separar el bien del mal y aplicar la justicia con imparcialidad, objetividad, probidad, sensibilidad y firmeza en la toma de decisiones.

Reza hoy más que nunca para el abogado el proverbio sociológico: “Ubi homines societas, ubi societas jus”, es decir, la indispensabilidad del orden jurídico formal, integrado por normas bilaterales, imperativas y coercitivas, sujetas siempre a factores tempo-espaciales, absolutamente necesarias para organizar y estructurar a la sociedad humana, siempre mutante. 

Hoy es un día para exaltar la grandeza del derecho y concitar el desprecio hacia la simulación; día de enaltecer al jurista opuesto al simulador del derecho, vacío por dentro y engañoso por fuera; día de elogiar a los maestros del derecho opuestos a los mediocres docentes de ficción y apariencia; día de encomiar la autenticidad, opuesta a la pusilanimidad. 

Eminentes abogados y respetables por su sabiduría, moralidad y valor civil: Son los excelsos abogados una pléyade de hombres sabios y buenos, rutilantes ejemplos para la juventud estudiosa que ha escogido el “iter juris” para que puedan encarnar algún día al “homo juridicus”. A todos mis colegas de Jalisco, Chihuahua, Nayarit y entero país: ¡Felicidades! ¡Salud!