la comunidad de Guadalupe y Calvo se unió en una emotiva y colorida procesión que partió desde la presa El Caldillo, culminando en la plaza Donato Guerra. Esta celebración, que reunió a numerosos fieles, reflejó la profunda devoción de la comunidad hacia su patrona.

En punto de las 5 de la tarde se dio inicio con la  Santa Misa, presidida por el Obispo Don Mauricio Urrea Carrillo. Durante la ceremonia, el obispo destacó la importancia de la fe en la vida de la comunidad y el valor de mantener vivas las tradiciones. "Hoy celebramos no solo la figura de nuestra Virgen, sino también la unidad y la fortaleza de esta comunidad", expresó Don Mauricio en su homilía.

Uno de los momentos más significativos de la misa fue la realización de confirmaciones para miembros de la comunidad indígena, un acto que simboliza el fortalecimiento de la fe y la conexión con la iglesia. Los nuevos confirmandos recibieron la bendición del obispo, quien les animó a seguir siendo testigos de su fe en la vida diaria.