REAL. - La verdadera historia de los cambios y ajustes en el gabinete municipal de Parral. La realidad no es como la pintan, tampoco los agradecimientos y nuevos proyectos. Inesperadamente llegó la fecha de caducidad de quienes creían que con ellos la historia seria diferente, pero no, fueron tan falibles como todos los que les antecedieron.

HISTORIA. - El principio del fin para los ahora ex funcionarios o casi ex funcionarios municipales, léase el secretario particular Ignacio García y Ricardo Sánchez titular de comunicación social, inicio, con la denuncia que se hizo por violencia política de género un par de regidoras. La realidad los alcanzó más temprano que tarde, aun y cuando se ocultaran en perfiles falsos.

CENTRO. – En las denuncias de las regidoras Dalila Villalobos y Cuquis Ochoa por violencia política de género, el punto central de sus acusaciones es el presidente Cesar Peña, así consta en las denuncias ante el IEE, pero no es el único, involucraron a su mini gabinete también y hasta sus ramificaciones de medico en tu casa.

ACCIONES. – Inicialmente, en la alcaldía se minimizó esa denuncia, tal y como se han hecho con otras, pensaron que no pasaría nada. La mala sorpresa llegó en medio de las jornadas villistas, la fiscalía de justicia mando elementos para hacer la notificación al alcalde de sus derechos. La denuncia tenía seguimiento más allá del IEE.

INTEGRACION. - Una agente del ministerio público especializada fue enviada a Parral y sostuvo reuniones no solo con las afectadas, con otros testigos. El expediente se empezó a engrosar y la importancia sobrepaso el umbral de los límites del sin importancia que se le había asignado.

OIDOS. - El dueño de la tiendita se enteró de lo que pasaba en su negocio y entonces mando a citar al gerente para pedirle cuenta de los malos manejos. Alfredo Lozoya sostuvo una reunión con el Cesar Peña en donde se dijeron de todo. Si la cita hubiera sido en una camioneta, al presidente lo hubieran bajado en medio de la nada. Por fortuna no fue así.

DICTAMINACION. - Luego vinieron las medidas correctivas que se deberían tomar para hacer un control de daños, el negocio se puede afectar con este tipo de hechos.

SALIDA. - Las primeras medidas fueron dictadas; la salida inmediata de Nacho García y Ricardo Sánchez, secretario particular y responsable de comunicación social respectivamente.

SECRETARIO. - En el paquete debería estar incluido Alberto Tarín, el secretario del ayuntamiento estaba encargado de cuidar al gerente, evitar que no se pusiera muy creativo, recordarle que solo era alcalde de inauguraciones y fotos. Pero es obvio que Tarín no hizo la tarea, realmente a estas alturas ni el solo se cuida. Solo hay que recordar el abuso de poder que se hizo al cerrar la plaza Doroteo para que uno de los artistas de las jornadas villistas se embriagara junto con otros divos de la alcaldía en el negocio que el de sobra conoce y de estatus irregular.

SALVADO. - El secretario si pudo meter las manos, hizo por su causa y se salvó de momento. Argumento que, si cuidaba al alcalde, pero este no le hace caso -lo que también es cierto- ya que a los únicos que escucha y lo asesoran son los integrantes de su mini gabinete; Nacho y Ricardo, en ese momento, ambos personajes llegaron a su fecha de caducidad.

ALEGRES. – Ambos, todavía semanas atrás soñaban con perpetuarse en el poder, hasta llegaron a asesorar al alcalde para que declarara que estaría buscando la reelección, ¿Cómo? Si a estas alturas pensar en que termine el trienio es un verdadero milagro.

MOLESTIA. - No se puede decir que el presidente se molestó con el dueño de la tiendita, seria mucho pedir. La salida de los dos personajes fue exigida y se le marcaron tiempos, obvio con copia al todo poderoso chumay, el “jefe” como lo refería al menos uno de los despedidos. Esto ocurrió en los días previos a que se informara el disparate de la derrama económica d ellos 50 millones, cuando esto se dijo, ellos ya estaban de vacaciones, no se les puede acusar también de eso.