SINDICA. - Luego de que la síndica Dalila Villalobos lanzó varios “dardos” político bien dirigido a los que administraban el municipio en gestiones pasadas y… ¡hasta ahora no ha pasado nada!

PUERTAS. - La fiscalizadora municipal fue hasta la capital del estado a tocar puertas en busca de justicia para Parral, sin embargo, persiste la falta de voluntad política en la capital las que, dicho sea de paso, en nada motivan el ánimo de pretenden enderezar los renglones torcidos del pasado.

TIBIOS. - La respuesta del aparato fiscalizador estatal fue tibia, por no decir decepcionante. La Auditoría Superior del Estado determinó que las irregularidades detectadas eran “cosa juzgada”. ¿Cómo puede considerarse juzgado algo que no ha sido esclarecido, cuando las afectaciones al patrimonio del municipio siguen siendo visibles y palpables?

TECNICISMO. - Más allá del tecnicismo legal, la justicia administrativa se diluye cuando entran en juego los equilibrios políticos. No es casualidad que los dos votos de Movimiento Ciudadano en el Congreso del Estado sean, una vez más, el factor que inclina la balanza. La política de los acuerdos se privilegia y se negocian a cambio de la honra administrativa municipal.

BOTE. - Por su parte, la Secretaría de la Función Pública también pateó el bote. Literalmente. En lugar de asumir el caso, lo devolvió al órgano de control interno del propio municipio, ahora será Agustín González quien tendrá la encomienda de investigar… lo que ya se había denunciado desde dentro y nunca se le dio seguimiento, se regresa a lo mismo privilegiando un círculo vicioso. Una vuelta a lo mismo.

IRONIA. - Lo paradójico es que la síndica fue a la capital para obtener un pronunciamiento imparcial y firme, buscando respuestas que aquí no se tuvieron en su momento y terminó con una resolución que devuelve la carga al mismo municipio que debería haber investigado en defensa propia a los del pasado, pero se percibe que tampoco hay ánimo de hacerlo. Más que una respuesta a una demanda de justicia, lo que se recibió fue una elegante forma de deslindarse.

TIEMPO. - Ahora la mirada se redirige a donde se inició el tema desde el momento en que la entonces sindica Alma Portillo  denuncio las irregularidades ante el órgano de control interno de la pasada gestión, pero solo eso hizo, no hubo seguimiento como ahora y por lo que se observa, el caso de los horrores de la Puerta del Tiempo seguirán siendo el símbolo de la impunidad, gasto excesivo y decisiones cuestionables y después de esto cabria la duda razonable; ¿Habrá seguimiento o volverá a aplicarse la ley del olvido?

DENUNCIA. - Cuando se denuncia lo irregular y se exhibe y documental como tal, las verdades flagrantes también entran a la misma charola para tasarse en un precio marcado por la oferta y la demanda… de los votos en el congreso.